viernes, 21 de noviembre de 2008

Cada loco con su tema


Habiendo leído el primer capítulo y teniendo ya a nuestro protagonista en marcha, con su caballo espectacular, nombre al que honrar, armadura reluciente y dama a la que amar, estaría bien hacer una pequeña reflexión sobre este personaje tan atípico.

Don Quijote no deja de asombrarme en cada acción y frase que se pone en boca…. tan cuerdo y tan loco a la vez… un cincuentón con espíritu joven… fanático de los libros de caballerías... No me parece una idea tan disparatada. Algunos dirían: "cada loco con su tema".

No me gusta pensar que don Quijote está loco, poseído o todo lo que se teoriza sobre él; prefiero creer que es un lunático que no teme a nada ni nadie, sólo a morir sin haber podido experimentar con su propia piel aquello que tantas y tantas veces ha leído.
Aunque el hidalgo lleva su pasión al extremo, aplicando la teoría a la práctica, en cierto modo me siento identificada con don Quijote: leer libros me ayuda a desconectar de la realidad y a encontrarme con todo aquello que sé que no existe en el mundo real. Tantas veces habré soñado en poder entrar dentro de un libro, como Miaka y Yui en “Fushigi Yugi”, y vivir, sólo vivir de las experiencias que me ofrece la vida, sin preocuparme de nada más…
Me doy cuenta de que a lo mejor, todos somos caballeros en busca de aventuras.

2 comentarios:

soldevilla dijo...

Excelente reflexión sobre la identidad del persoanje. Desde las primeras páginas vamos descubriendo que su aparente locura encierra una lección de vida que nos toca muy directamente

Marina Presas dijo...

.......Cada loco con su tema.......
Expresión que designa perfectamente la realidad tanto hoy como hace 500 años. Don Quijote vive a su mundo y es feliz. Porqué no imitarlo?